La incansable  búsqueda de  justicia social

La incansable búsqueda de justicia social

Publicado en El Nuevo Día
Sábado, 20 de febrero de 2016
Por Leysa Caro González: leysa.caro@gfrmedia.com

Por su récord delictivo, y por el cual cumplió 30 años de cárcel, nadie le da empleo a Jesús, nombre ficticio para proteger su identidad. Lo que para muchos resulta algo ordinario, para Haydeé Alvarado se trata simplemente de justicia social, y no se equivoca.

Justicia social 1Alvarado llegó hace 53 años a la Parada 27 en Santurce, una de las ocho comunidades aledañas al caño Martín Peña. Al igual que su familia, fueron muchas otras las que emigraron a la ciudad en busca de una mejor calidad de vida, disfrute que algunos nunca llegaron a experimentar y otros lo siguen añorando.

“Hay gente que vive bien dentro de las comunidades, pero la mayoría de la gente todavía está en espera de que los niños y los ancianos no se enfermen, y eso da mucha pena, da mucho dolor. Eso sería lo que yo quisiera, que la gente respirara aire puro, que la gente caminara por calles y tierras limpias…”, relató Alvarado.

¿Qué es para usted justicia social?, le preguntó El Nuevo Día.

“Que haya calidad de vida, tanto vida en términos de salud como vida económica, social e intelectual. Que las oportunidades de acceso a esa calidad de vida se brinden por igual. Eso es justicia social”, sostuvo.

Cada 20 de febrero, a partir del 2008 y por decreto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se celebra el Día Mundial de la Justicia Social, fecha en la que se debe resaltar y apoyar la labor de la comunidad internacional “encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social para todos”.

La justicia social “está basada en la equidad y es imprescindible para que los individuos puedan desarrollar su máximo potencial y para que se pueda instaurar una paz duradera”, establece el portal del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef). Sin embargo, cuando se habla de justicia social son varios los escenarios que vienen a la mente. Y es que, al final del día, son las vivencias las que construyen la visión de cada ser humano sobre lo que debería ser justicia social. Para Haydeé, se trata de aire puro y calles limpias.

Por años los residentes, del G8 han luchado para que se drague el caño Martín Peña, proceso que se sigue retrasando en medio de “excusas”. Mientras, cada vez que llueve las comunidades siguen sufriendo de inundaciones y todos los problemas de salud que ello conlleva. “Mucha gente habla de que es un derecho que tienen los niños de no caminar sobre excremento pero es un derecho que es ahora, no es de aquí a 20 años”, sostuvo.

Las trabas burocráticas a los procesos de apoderamiento que nacen desde la comunidad son parte de esos factores que dificultan el disfrute pleno de la justicia social, creando una brecha mas amplia. Aun así han establecido áreas recreativas, huertos y microempresas.

“Hay hacinamiento todavía en ciertos lugares, hay casas que están al borde del caño, hay áreas que no tienen la infraestructura sanitaria”, denunció.

NUEVO RENACER.
Justicia social 2En el caso de María Cabán y Jennifer López, justicia social se trata de acceso a oportunidades, de ser miradas sin prejuicio y del derecho a soñar, aunque en ocasiones ese anhelo, ante los ojos de otros, sea imposible. Ambas mujeres, madres y víctimas de violencia de género buscan empezar de nuevo en medio de la marginación por su realidad económica y por haber vivido en medio de un ciclo de abuso.

“Que todo el mundo tenga las mismas oportunidades de obtener y lograr cosas sin limitaciones económicas, sin limitaciones por equis o ye posición”, expresó María sobre su visión de justicia social.

María quiere establecer un negocio de decoración para actividades, pero conseguir los permisos, documentos y el local se le ha hecho imposible a pesar de contar con el apoyo y la asesoría de Matria, organización a través de la cual obtuvo un certificado en empresarismo. El capital económico para empezar tampoco lo tiene.

Señalamientos como por qué no
Trabajas, qué vas a hacer sola y con tres niños y las cosas están malas para establecer un negocio fueron algunos de los que ambas tuvieron que enfrentar en medio de su proceso de recuperación para alcanzar la autosuficiencia.
“Era esa constante crítica, ese constante juzgar, de decirte que no eres capaz. Es una lucha constante y más cuando quieres ser empresaria”, dijo Jennifer, madre de tres niños de diez meses, cinco y tres años.

Justicia social 3Jennifer llegó a Matria hace dos años, escapando de una relación de violencia. “Yo llego después de haber tocado un sinnúmero de puertas, en ese momento de desesperación en el que ya pensaba en quitarme. Me quedo sola y como madre soltera estaba en la desesperación de qué voy a hacer porque tengo tres chicos… y una embarazada, sabes que en ningún lugar te quieren porque eres una carga”, contó.

Igual que María, desea alcanzar la autosuficiencia mediante el establecimiento de un salón de belleza siendo madre a tiempo completo. “No, no hay forma de que tú puedas salir del estancamiento y salir de las ayudas gubernamentales y ser empresario a pesar de que es parte de la justicia y el equilibrio”, lamentó Jennifer, de 33 años y oriunda de San Lorenzo.

Para ella justicia social es “que todos seamos tratados como iguales. Los mismos derechos, las mismas oportunidades, los mismos accesos”. “Tenemos metas que queremos cumplir, queremos tener nuestra independencia económica y estamos arrancando a pesar de los prejuicios”, sostuvo María, de 38 años.

Durante el proceso de radicación de querellas contra sus respectivas parejas fueron revictimizadas por miembros de la Policía y de agencias gubernamentales que no les brindaron la ayuda que necesitaban en medio del proceso. La respuesta policiaca a sus llamadas de emergencia llegó tardía y las recomendaciones judiciales en contra del agresor no fueron las más acertadas, coincidieron. “Llegaban como si todo fuera tan casual o tan normal”, explicó Jennifer.

¿QUÉ ES ESO?
Justicia social manos entrevista ENDPara Jesús, la justicia social simplemente no existe. Luego de cumplir una condena de más de 30 años por asesinato y de estar en la calle desde el 2012 sin poder conseguir un empleo, no puede pensar de otra forma. “No me dan trabajo y todo por mi récord criminal… porque yo no tengo récord de que robé o de que me metí a una casa, sino de asesinato”, contó.

Por recomendación del alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera Cruz, acudió a cuatro agencias de mantenimiento que emplean personas con expediente criminal. Sin embargo, esa oportunidad no está accesible para el convicto por asesinato. Vive del poco ingreso que genera limpiando patios, vendiendo periódicos o en un dealer donde acondiciona los autos que están para la venta. “Demasiado, en lo que fuera, en lo que fuera”, dijo el hombre de 65 años sobre su anhelo de trabajar.

Como parte de las condiciones para su libertad bajo palabra, Jesús acude mensualmente a recibir asesoría social al programa Pitirre de Iniciativa Comunitaria, ubicado en el Hospital Regional de Bayamón. Llegar al lugar, sin embargo, se le hace cuesta arriba ante la falta de transportación al área desde Vega Alta, donde reside.

“La transportación buena para acá es a las tres, cuatro o cinco de la mañana, pero si vas más tarde estás unas pocas de horas esperando pasaje”, contó Jesús, que vive solo en una casita por la que paga $250 mensuales.
En ocasiones, tiene que tomar una guagua hasta la estación del Tren Urbano del Tribunal de Bayamón y caminar hasta la institución.

SE EXPANDE LA BRECHA.
La crisis fiscal y las reducciones de fondos consecuencia de la crisis ampliará más esa brecha y expondrá a los sectores más vulnerables a injusticias sociales, advirtió la catedrática Pal
Mira Ríos.

“A pesar de que esos derechos están reconocidos, en la práctica no estamos respetando ni haciendo valer esos principios de equidad”, reconoció Ríos, quien dirigió la Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico.
Esa ausencia de oportunidades es la herencia que se le está dejando a esta generación, sentenció. “Cuando uno va a las cárceles de Puerto Rico uno ve la gran cantidad de jóvenes y esa acumulación de ausencias de que no terminaron su educación…”, señaló.

“Es la herencia de algunos sectores sociales y en estos momentos de crisis se agrava”, agregó Ríos al resaltar que esos grupos que se señalan como minorías –pobres, negros, ancianos, deambulantes, por mencionar algunos– realmente se han convertido en mayorías.

“En este momento la bandera de la justicia social es más importante aún porque tenemos que recordarles a nuestros políticos que cuando vayan a tomar acción en recortes tienen que tener en mente qué impacto van a tener estas medidas sobre los sectores que ya son vulnerables y en qué medida agravan las injusticias sociales. Las desigualdades no se pueden agravar porque tiene un costo”, planteó.