Las energías conspiran

Las energías conspiran

Por: Dr. Juan Nazario Serrano
Director Psicosocial del programa PITIRRE de Iniciativa Comunitaria
Publicado en El Nuevo Día / Tribuna Invitada
Fecha: 27 de junio de 2015

Son las 8:30 de la noche y me encuentro caminando por los pasillos del programa Pitirre. Hoy fue un día más en el que recibimos a más de 40 pacientes, a unos cuantos familiares, cuatro crisis y ni hablar la cantidad de personas que nos visitaron. Esto es un día normal en Pitirre.

Hoy contemplo con más ímpetu, el esfuerzo que hace tres años, un grupo heterogéneo compuesto por empleados de Iniciativa Comunitaria, mujeres en rehabilitación, confinados y voluntarios nos unimos en un gran abrazo y juntos levantamos este espacio de amor llamado Pitirre. Desde el día uno, sabíamos que éste era el lugar soñado. Un espacio de recuperación donde la aceptación incondicional se unía con el conocimiento científico y con un grupo de profesionales que han demostrado que son unos guerreros de amor. Juntos dimos forma a lo que empezó como el reconocimiento de más de 20 años de trabajo con personas en uso problemático de sustancias.

Pitirre fue el nombre que juntos como grupo, porque de esta manera hemos parido y trabajado a Pitirre, le asignamos. Éste es el espacio donde se conceptúa la adicción como una enfermedad y donde se aplican tratamientos basados en la evidencia, para abordar de manera efectiva esta compleja enfermedad. Éste es el espacio, donde trabajamos con una visión integrada las adicciones, salud mental y salud física de todos nuestros pacientes y familiares. Es aquí donde “curamos” el problema (llevamos a la recuperación), donde alimentamos el alma de aquéllos que vienen a nosotros con la esperanza de un mejor mañana.

Éste es el lugar donde muchos comienzan a dar sus primeros pasos para su proceso de recuperación. Es aquí donde las energías conspiran, la ciencia baila y la sensibilidad salpica a cada uno de los que aquí llegan.

Hoy recuerdo todas las historias de amor que aquí han surgido. Historias, que aun con los años que llevo trabajando con esta población, me calan lo más profundo de mi alma. Sin embargo, veo como muchas de estas historias se transforman y veo el apoderamiento que comienza a tomar en su tratamiento. Hoy recuerdo historias que nos llenan de orgullo, pues han sido hombres y mujeres valientes, que han enfrentado con gallardía su proceso de recuperación. Hoy recuerdo historias como la de “Ana” donde luego de años en la adicción, la “deambulancia”, el trabajo sexual y como consecuencia la pérdida de sus hijos y familiares, hoy se reintegra con ellos.

Hoy recuerdo historias como la de “Andy” que luego de años con esta terrible enfermedad y estar en la calle, hoy tiene su negocio, hoy alimenta a otros con una sazón especial en cada plato. Hoy recuerdo a “Karla”, una mujer “trans” y sin hogar, por la que tuvimos que luchar contra todo un sistema para poder lograr acomodar en un lugar que respetara su identidad de género.

Son múltiples las historias que hemos vivido en Pitirre, historias de esperanza, historias de amor, historiasque nos dicen, más allá de las estadísticas y de los números, que Pitirre es el lugar correcto.

Paradójicamente, el mismo lugar que hoy está amenazado, al igual que otras organizaciones hermanas, ante la crisis de nuestro país. Entiendo y comprendo, la situación que todos atravesamos ante el panorama fiscal de nuestro país. Sin embargo, no entiendo y nunca comprenderé cómo un gobierno se ciega y echa a un lado el trabajo que las organizaciones sin fines de lucro realizan. Son estas organizaciones las que han evidenciado con su trabajo, la efectividad y la eficiencia en las intervenciones que hacen con las poblaciones que el mismo sistema de salud ha oprimido.

Este lugar llamado Pitirre tiene que continuar. Éste es el espacio donde se une la ciencia, el amor y la esperanza. Este lugar le brinda voz y visibiliza a una población olvidada. Hoy les pude hablar desde la ciencia, desde la cátedra, desde la dirección. Sin embargo, les quise hablar desde el corazón. Desde el hombre que desea que nuestra patria sea un mejor país.